Por fin habló Felipe González.
Sigue el ex presidente hablando de todo como si no tuviera él nada que ver con lo que ha ocurrido para que las aguas lleguen hasta donde han llegado.
Arremetió contra la UCD con toda la saña del mundo, y ahora propugna diálogo.
Abrazó a un ministro y secretario de Estado a las puertas de la cárcel, condenados por terrorismo, y ahora expide certificados de demócrata.
Vivió de e hizo vivir a Pujol como el primero y coadyuvó a que el Estado desapareciese de Cataluña y ahora habla de los interés generales de España; y denigra a Rajoy y a Podemos, como si fueran unos apestados y "la misma mierda".
Pero dice que el PSOE debería abstenerse para que Gobierne en PP.
El PP de la corrupción sistémica, apoyado desde fuera por el PSOE de la sistémica corrupción.
Dos pesos dos medidas, que dicen los franceses.
En lo único en que estoy de acuerdo con él es en que no sabemos a dónde vamos.
Habrá que leer la letra pequeña por su aporta más matices a su cháchara cantinflesca habitual, siempre au-dessus de la mêlée.
Aún ha de hablar los otros dos jarrones chinos que tenemos.