miércoles, 20 de julio de 2016

Defendiendo la democracia turca

Erdogan no se anda con chiquitas. Está como sátrapa con verdugos nuevos.
Aquí.
La represión es tan brutal y sistemática, que solo se explica si lo tenía todo previsto desde antes del golpe.
Arremete contra profesores, catedráticos, médicos, intelectuales, etc...
Pena de muerte con carácter retroactivo, toma del frasco.
El país al borde de la guerra civil.
Si la UE no le para los pies, será el ayudante del verdugo.

Tres millones del ala

Tres millones del ala.
Aquí.

España se merece un Gobierno que no nos robe para dárselo a otros ladrones.

España no se merece un Gobierno que mienta

Andrea Levy miente sobre los votos a Prendes.
Francesc Homs miente.
El PNV miente.
España no se merece un Gobierno que mienta.
Aquí.
y
Aquí

.
Los 10 votos fantasmas han ido a Rosa Romero del PP, que de 73 pasó a 83 votos. El colchón de seguridad por si se fraguaba un pacto anti PP.



Raül y Ricardo

Es sencillamente encomiable el sentido de Estado que han demostrado el PNV y Convergència ayer en el Congreso. Si sigue el ardor, se merecerían como poco  poder interpretar un dueto: que la cartera de Exteriores fuese para el cosmopolita y solista Raül Romeva y para Hacienda podría pensarse en el consejero y concertista vasco Ricardo Gatzagaetxebarria.


El PSOE respira por fin tranquilo.
Aquí.

Londres, metrópolis pasada por agua

En la novela Metrópolis del húngaro Ferenc Karinthy, que ocurre en un imaginado país de sociedad multirracial, un día al año estallan unas revueltas sangrientas que acaban en un baño de sangre. Pasada la orgía de violencia, se recogen los cadáveres, se repintan  las fachadas y... hasta el año que viene.
Esa es la sensación que deja el incidente en Hyde Park de ayer.
La calor fue la responsable.
Aquí.

Y es que la violencia siempre anida en toda sociedad, incluso en la otrora cívica sociedad inglesa.


Van un par de citas del libro:


"La vía hacia el aire libre está expedita: un bonito día soleado, una suave brisa, todo lleno de peatones y tanta circulación de coches como de costumbre. Han desaparecido los cadáveres, todo rastro de los combates ha sido tapado, disimulado por andamios o con unas pinturas improvisadas. Se deja llevar por el intenso flujo humano hasta la quincallería donde se ha refugiado. Unas planchas improvisadas tapan las estanterías, pero si bien la oferta de mercancías le parece más reducida, se ha reanudado la venta. En la fachada vecina, objeto de los cañonazos, la huella de los obuses ha sido disimulada con unos cañizos..."


"Hay un parque junto al edificio: él había recorrido su verja, perseguido por los fumígenos. Los rayos solares han hecho que la gente saliese ahora: hay niños que juegan, que corretean por el césped, jóvenes que reman en las canoas del lago, y otros que se solazan en los bancos a la orilla del agua, remojándose los pies descalzos... ¿Acaso se producen a menudo este tipo de revueltas? En todo caso, las paredes bombardeadas y calcinadas como las que lo cobijaron en su huida podrían ser restos de combates anteriores. ¿Acaso los disturbios acompañan necesariamente la vida del país, serían su consecuencia inevitable, una explosión periódica con vistas a regular a la población y a desahogar sus pasiones?..."