domingo, 16 de julio de 2017

My unfair lady

Lucía Méndez lee libros, y eso es ser rara avis entre los plumíferos que pueblan las redacciones.
Jane Austen escribía buenos libros, en efecto, en que describía la cosificada condición femenina.

Pero si la reina de España es tratada como dice Lucía, que está por ver, es única y exclusivamente porque ella quiere: nadie la obligó a dejar su carrera prometedora de periodista; nadie la forzó a casarse con un príncipe y vivir un sueño disneyland; nadie la llevó al quirófano para remodelar su rostro; nadie la obliga a ir vestida como una modelo y luciendo diseño, tampoco: podría ir tan mal vestida como Angela Merkel, a ver si se le pega algo de ella, y nadie se lo afearía.

Si algún día reina la infanta Leonor Borbón y se casa, su Letizio correspondiente será tan intrascendente como el marido de la reina de cualquier monarquía escandinava habida y por haber. Es decir, como hoy Letizia.