domingo, 16 de octubre de 2016

Lo que no sale en la deposición

Rajoy "no recuerda" si conoce a Correa.
Aquí Lucía Méndez investiga si eso es plausible.

Rajoy no sólo conoce a Correa, sino que ha trabajado con él en varias campañas electorales.
La no mención de Rajoy en boca de Correa apunta a un pacto entre él y el actual presidente en (de)funciones.

La deposición de Correa es fea, muy fea.

Unas cacas muy feas este paciente, doctor.


Carta sobre Tailanda

Carta a Espada de un admirador del difunto-pero-vivo rey de Tailandia, conocido como "el monógamo".
Aquí.

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una misiva de humor tonesco (bueno, de hecho, sólo unas horas, ayer leí otra).

Parece, según el corresponsal, que la población tailandesa está preocupada por el estado de salud del rey difunto-manque-vivo y que esa preocupación durará un año, decreto mediante.

El gran hombre, según se nos cuenta, un hombre muy vivo, ciertamente, hizo de su vida una novela ejemplar en un país donde lo que privan son las telenovelas.

A lo que parece, tiene un hijo pendón y una hija ejemplar; como él. Y los militares decidirán en breve con quién van a gobernar. según vean el pampaneo. Por eso, según el autor de la carta, Tailandia es "una democracia", no se equivoque nadie.


Todas las monarquías que en el mundo son deberían tomar ejemplo del malogrado monarca, muerto y vivo simultáneamente, como el gato de Shrödinger.

Lástima que en tantas décadas de sabiduría política y demás.y tras apoyar tantos golpes de Estado "buenos" frente a un malandrín que tenía el vicio de vencer en las urnas ("mardito roedore"), el país Thai ostente el récord mundial de prostitución de menores y se haya convertido en el escenario de las novelas más crudas y realistas de Michel Houllebecq, en las que deambulan occidentales pervertidos en busca de su pequeño paraíso exótico de comida rápida a base de carne infantil.

Así que entre las novelas ejemplares, las telenovelas y las novelas nihilistas de M.H. ambientadas en Tailanda, hoy, en ese país en luto no hay quien viva.


De cómo el monarca siemprevivo hizo fortuna hablaremos en otro post. Y prometo que no hablaré de Paesa.

El hombre dual

Johnson no es un hombre veleta, sino dual
Aquí.
Lo que no tiene pase es que sea el ministro de Exteriores de una potencia que decide en cuestiones más importantes que el mero Brexit.

Que se vayan ya.

La suerte del convencido

Una militante con los que hay que tener: fe.
Aquí.

Le deseo mucha suerte, pues el que Sánchez no me parezca un líder que haya estado fino en cómo encarar la formación de Gobierno, no es óbice para parecerme un golpe de mano infumable el ferrazazo.

Yo no sé cuántos Noes a Rajoy habrá entre los cinco millones de votantes socialistas, pero con que la mitad más uno de la militancia pida el congreso extraordinario y las primarias ya, tal como propuso Sánchez antes de ser defenestrado con malas artes, me parece que habrá ganado la democracia.

El mundo nos mira

Aquí, Swastika, un documental de 1974 del judío australiano Philippe Mora, premiado en Cannes, que no se puede visionar aún hoy en Francia y Alemania sin la presencia de un comentador autorizado por las autoridades: es de lo más perturbador, una pura alucinación condensada de lo que pasó a mediados del siglo XX en Occidente: la ascensión del nazismo, (1933-1939)) sin voces en off, como una banalidad, no del mal, sino de lo más kitsch y cursi que quepa imaginar.
Aquí.
Un partido marginal que seduce a las capas  trabajadoras desencantadas y a la pequeña burguesía resentida y xenófoba de un país civilizado y moderno con un proyecto narcisista tan sexy como huero y mentiroso que consigue llegar al poder con un 30 y pico % de votos, en un contexto mundial de gran desconcierto y crisis económica...

Ver a Eva Braun haciendo cabriolas en la ribera de un río, a Hitler acariciando a su perro, a Goebbels besando niños, a Goering en el bautizo de una de sus hijas en presencia del Führer, al establishment alemán y a los allegados señoriteando en torno al dictador en su refugio alpino, produce una sensación tan irreal, por vulgar y normal, que hasta el comunismo, que no aparece en el documental, en su parafernalia y gesticulación grandilocuentes, se inscribe como el negativo realzado del nazismo.
Aquí.

Hacia el final del metraje, la premonición fatídica y pueril, emitida por la radio por una vocezuela: "Hoy 5 de septiembre de 1938, último gran despliegue del nacional socialismo: el mundo tiene los ojos puestos en Núremberg..."

El periodo 39-45 lo resuelve en cinco minutos, no revelaré cómo, pero es como el polvo mental del que habla William James, y que conforma todos los estados mentales conocidos.

Esta película tiene mucha más fuerza intelectual que todos los documentales juntos sobre la Segunda Guerra Mundial y sus atrocidades bélicas y no bélicas.

De obligado visionado y en compañía si puede ser.