lunes, 29 de agosto de 2016

Ruizdad

Un dirigente del PSE que debería dejar de serlo inmediatamente.
Aquí.
No sólo por difundir una falsedad, sino porque sabiendo que es una falsedad desmentida, se empeña en seguir difundiéndola, lo cual es aún más grave e impropio de un político medianamente decente. Es propio de un ruiz.
Si el PSOE  no actúa expulsando a este descerebrado, todo su mumble jumble sobre la regeneración democrática y le decencia parecerá lo que es: propia de un ruiz. De otro ruiz.




Con un par (de pies)

Francia ha entendido que en el problema del islamismo hay que legislar.
Aquí.
Los musulmanes deben saber que "han de tener los dos pies en la República".

Rajoy es el lío

Pedro Jota Ramírez ve a un De Guindos en Mario Monti, para evitar una terceras elecciones y con una mini legislatura de dos años, a verlas venir.
No sería lo peor, en efecto.

Y si no, que gobierne Rajoy pero como castigo para él y para dar a los españoles una patada en trasero ajeno.

Aquí.

Esto segundo es un disparate.
Diría más: ni siquiera mejorando resultados en una terceras elecciones merecería Rajoy ser presidente, por ser quien tras el fracaso de esta semana debería dimitir por razones políticas, al no haber permitido gobernar en marzo a C's con el PSOE y  ahora provocado una segundas elecciones por no poder lograrlo él tampoco con C's.

Sin conmigo ni sinmigo.



Por razones morales y jurídicas, nunca Rajoy debió ser el candidato del PP, partido imputado y con una retahíla de caso de corrupción sub iúdice.

Por razones políticas, no debería ser el candidato ni ahora ni luego.





Suquet yugoslavo

En el Suquet agosteño de Portabella hubo una mezcolanza extraña de invitados con sabor a la Croacia ex Yugoslava.
Aquí.
Como la calma antes de la tempestad.
El día que no esté Portabella, no habrá suquet, y tal vez, no haya ya un país. El mismo país.

Aquí el Ruiz

Hoy Pedro Sánchez, el "Ruiz", anunciará a Rajoy su no es no.
Aquí.
Como dice Méndez, Rajoy lo tiene crudo  mañana en su  discurso para el intento de investidura porque se mostró muy despreciativo con la investidura fallida de marzo y todo lo que dijo se le girará en su contra.

C's ha tenido en su mano forzar con el PP casi el mismo pacto que forzó con el PSOE, pero ha dejado flancos abiertos, flecos desflecados,  por los que crecerá el eco del "no es no" del PSOE.

Vamos a terceras elecciones, salvo imprevisto. Y entonces se verá si el propio hartazgo de la ciudadanía mueve significativamente o no la correlación de fuerzas.
Si no hay cambios importantes en el número de escaños, sólo el rey podrá poner punto final a este sainete, nombrando a un formador de Gobierno, tal como lo faculta la Constitución. Y preferiblemente un no líder de partido.