sábado, 26 de diciembre de 2015

El gobierno de los jueces

Vísperas de la asamblea de la CUP para decidir si, en definitiva, sigue el proceso de desconexión, pue a eso se reduce el sí o no a Artur Mas.
En política los hechos mandan. Tan pueril resulta querer dar fuerza ejecutoria a las sentencias del TC para parar el proceso secesionista catalán (pues toda sentencia ha de cumplirse per se, y no porque lo dicte la propia sentencia implícitamente o lo diga la ley, sino porque la ley lleva aparejado el uso coercitivo de la fuerza --policía, ejército-- que da la existencia de un Estado) como interesante que la reforma de la ley órganica contemple la eventualidad de que el Presidente del Gobierno sea destituido.
¿No estaremos encaminando hacia el poder de los jueces?
El problema es quién nombra a los jueces.  Véase la polémica suscitada por las reformas judiciales que preconizó C's en la precampaña. Suprimir el TC, el CGPJ y suprimir el Senado.


Y no se debe olvidarse que en Italia, después de la limpia de las manos ídem, llegó el berlusconisno.