Aquí en carne y hueso y en V.O.
Aquí en tradu exprés:
Carta abierta al Presidente
Su Alteza,
Su Excelencia,
Su Serenísima,
Mi querido Manu,
Mi Rey,
La prensa ha informado recientemente de que designaste a un don nadie para representar a la nación en Los
Ángeles. Su único título de nobleza diplomática, dicen las malas lenguas, los
celosos y los envidiosos, sería un libro hagiográfico sobre tu campaña presidencial.
Aparte de este hecho de armas tan poco conocido, pues nadie conoce el título de la obra, ni
el de las otras obras del mismo autor, la pluma del susodicho es, en realidad, una de las que se
encuentran en las partes menos nobles de la profesión: la rabadilla, porque es
la que más a menudo descubre la posición de sumisión inherente a la función de
las gentes de la república de las letras: la prosternación. De Sartre a BHL [Bernard-Henry Lévy] con
Sarko (después de Mao), de Aragon a André Glucskmann con el mismo Sarko
(después de Mao también), de Drieu la Rochelle a Sollers con Balladur (también
después de Mao), de Brasillach a Kristeva con el presidente búlgaro Jivkov (también después de Mao),
los últimos cien años no han carecido de escritores talentosos.... ¡en rodilleo político!
Philippe Besson
entra en esta vieja categoría de mayordomo de pluma, pero ahora sabemos de qué
plumaje está hecho este jovenzuelo. Este tipo de pluma no es la más talentosa, pero
es de las más vendidas: estoy hablando del hombre, no del autor...
Manu, nosotros entendemos
que tú, que amas tanto el mundo de las letras, quieras los mimos de los escritores más
capaces de marcar el siglo y entrar en la colección de La Pléiade cuando
vuelvas a ser banquero. Pues si este siglo debe ser marcado por ti, no importa
que también se vea marcado por Besson el pequeño (no confundir con Besson el
grande, el escritor Patrick, ni con Besson campeona de atletismo, Colette, ni
siquiera con Eric, el traidor que pasó de Ségolène [Royale] a Sarkozy en medio
de la campaña presidencial, ni siquiera con Minimoy, Luc [alusión a un serie infantil, Los Minomoys, del cineasta y escritor Luc Besson]).
Antes de ser
adulador, Besson el pequeño fue director de recursos humanos de Laurence
Parisot, ama y señora del MEDEF [patronal francesa], pero también autora de guiones de películas para
televisión y, por lo tanto, caballero de las Artes y las Letras. Estamos de
acuerdo, todo esto legitima la afirmación de Arlette Chabot, que ya estaba
haciendo editorialismo político en televisión cuando ésta era en blanco y negro y
sólo tenía una cadena. Valiente, audaz, resistente, rebelde, insumisa, doña
Arlette no tuvo miedo de afirmar en uno de los medios de comunicación que todo
esto era habitual: ¿Acaso Napoleón no había nombrado a Chateaubriand en su
tiempo y De Gaulle a Romain Gary? Es verdad, es verdad.... Arlette, querida
Arlette, a ti que ya tienes los rangos de caballero y oficial de la Legión de
Honor, ¡te prometo el siguiente rango más alto en breve! Si aún no se ha hecho realidad,
porque bien mereces tener tu servilletero, y pronto serás invitada a la mesa de
nuestro gran Mamamouchi con el casarealista
Stéphane Bern y los hermanos Bogdanov,
eminentes miembros correspondientes de la NASA francesa.
Su Excelencia, Su
Serenidad, Mi Rey, Su Alteza, Mi querido Manu: sin embargo, para que esta misión de
amiguismo llegara a buen puerto era necesario que tomaras la
decisión de un decreto que modificara las reglas para el nombramiento de diplomáticos,
de modo que ya no fuera el Quai d'Orsay el que tuviera la última palabra, sino el
gobierno, es decir, sólo tú, como todo el mundo sabe. Eso es lo que las lenguas
viperinas llaman tu ordeno y mando... El decreto permite ahora recompensar a
los que no son funcionarios, siempre y cuando hayan sido serviles. Bern
embajador ante la emperatriz Sissi o los Bogdanov nombrados para el mismo
puesto en Marte, gracias a ti ahora ya es posible... ¡Francia está volviendo a ser "great again"!
Me he enterado de que, al mismo tiempo, has hecho posible esto otro, gracias a tu
ordeno y mando: la Sra. Agnès Saal fue nombrada por una orden publicada en el
Diario Oficial "alta funcionaria para la igualdad, la diversidad y la
prevención de la discriminación, bajo la dirección del Secretario General del
Ministerio de Cultura". Éste es un gran puesto, ¡y tan moral además! Un
hermoso juguete emblemático de la corrección política de nuestro tiempo.
También hay que reseñar que, según Mediapart, la misma Sra. Saal, tan bien recompensada -se
pregunta uno por qué- aparecería también "en la muy limitada lista de
altos funcionarios, que, por orden del Primer Ministro de 3 de agosto de 2018,
fueron incluidos a partir del 1 de enero de 2018, es decir, con carácter
retroactivo, en el cuadro de ascenso al escalafón especial del grado de
administrador general". En otras palabras, esto significa que, durante las
vacaciones del Rey en Brégançon, este procedimiento, que no forma parte de la
promoción tradicional sino de una voluntad política expresa, permitió a la
susodicha beneficiarse de un aumento de su salario de 6.138 euros al año,
incluida la subvención por residencia en París, es decir, un total de casi
74.000 euros de salario anual. Además, hay un subsidio adicional que aumenta la jubilación para los funcionarios públicos en un 10% aproximadamente. ¡Cuando amas,
mi querido Manu, no es en vano... y se nota!
Françoise Nyssen,
recordémoslo para los millones de franceses que aún no lo saben, es Ministra de
Cultura. Ella es la que le puso música a la melodía que el presidente le
silbaba al oído. Ante el estallido que el nombramiento de la Sra. Saal generó,
legítimamente, la Ministra nos hace la siguiente declaración en las redes sociales: "He
nombrado a la Sra. Agnès Saal (deletreo: S. A. A. L, porque podríamos escribirlo mal... [Saal se
pronuncia como “sale", sucio, en francés]), alta funcionaria para la igualdad y
la diversidad. Hice de esta causa una prioridad tan pronto como entré en el
Ministerio de Cultura. La calidad de su compromiso y trabajo al servicio de
estos valores fundamentales debería guiar los comentarios de hoy". No
sabemos cuál es la "causa" en cuestión: ¿la Sra. Saal o los famosos
valores tomados como rehenes aquí?
También me enteré
de que tu buen amigo Benalla ha protagonizado unos encantadores desmanes después de los que le conocimos el verano pasado. Pero el incendio se apagó muy bien,
ciertamente no con el agua de la piscina que te hiciste construir en Brégançon,
no para ti, oh no, por supuesto, sino por altruismo para los hijos del
personal de la residencia real, seguro que sí...
Bajo custodia policial, la Policía quería registrar la casa
de tu querido amigo Benalla. En particular, quería acceder a su caja
fuerte. Obligada por ley a no entrar en el apartamento antes de la hora legal,
la Policía puso precintos por la noche y esperó a la mañana siguiente. ¡Pero
la caja fuerte fue vaciada por la noche! Vaya brazo largo que gastan los compañeros
de Benalla, ya que desde la comisaría de Policía se pudo llegar a una caja
fuerte en un domicilio en mitad de la noche... Las cuatro armas que se suponía
que estaban allí ya no estaban: tres pistolas y un rifle, para un hombre con
sólo dos manos, es mucho... Su esposa tenía las llaves, él dijo que ella estaba
en el extranjero: en realidad, estaba escondida en el distrito XVI de París. Es
cierto que, para muchos franceses, este barrio rico equivale a un país
extranjero.
Su Excelencia, Su
Serenísima, Mi Rey, Su Alteza, Mi querido Manu, me parece que es mejor ser tu
cortesano que ser un jubilado amputado
de pensión, es mejor ser un plumilla genuflexo en
lugar de un escritor en pie, es mejor ser un alto funcionario de izquierdas que mete
mano en las arcas del Estado para financiar el transporte de sus hijos en
lugar de un estudiante al que le robas de su bolsillo cinco euros de la ayuda
de vivienda, y ser un golpeador de manifestantes con brazalete de policía y una
acreditación del Elíseo que un sindicalista defensor de la legislación
laboral.
Su Excelencia, Su
Serenidad, Mi Rey, Su Alteza, Mi querido Manu, me gustaría que me amaras por
tres razones. La primera: para ser nombrado sin mérito ni competencia algunos cónsul de las provincias y regiones francesas en el distrito VI de París, o incluso el XVI: tu puedes, lo sé, sólo con
quererlo; la segunda: para permitir que mi vieja madre, que no posee permiso de
conducir y que tiene ochenta y cuatro años, tenga un taxi gratuito a cualquier
hora del día o de la noche para ir a las visitas médicas a media hora de su
casa, todo pagado con el dinero de los contribuyentes: tú puedes, lo sé, sólo
con quererlo; la tercera: para tener un
montón de armas en mi casa, pero también y sobre todo, para poder golpear a la gente
que no me gusta, llevando un casco en la cabeza, repartiendo porrazos y teniendo a los cuerpos del CRS o la Policía como tapadera para mis pequeñas actuaciones: tú
puedes, lo sé, simplemente con quererlo.
Por favor, Su
Excelencia, Su Serenidad, Mi Rey, Su Alteza, Mi querido Manu: quiérelo. Prometo
que si lo haces yo me prosternaré también, mostrando las plumas de mi culo a los
transeúntes, diciendo cosas buenas de ti en artículos, conferencias y libros; te lo juro, iré a las cadenas del servicio público y a las radios para
certificar, como Arlette Chabot, que a Napoleón, De Gaulle y a ti no os separa
ni el grosor de un papel de fumar; Joffrin [director del diario Libération]
no me reconocerá, puede que también me ame como una vez amó a Bernard Tapie y a Philippe de Villiers. También podría escribir una biografía de Stéphane Bern
con un prefacio de tu santa, Brigitte ex-Trogneux, o escribir una tesis sobre
física cuántica con tus amigos los hermanos Bogdanov como directores de la
misma. Podría incluso dedicar un seminario sobre literatura comparada a la obra
de Philippe Besson, que pondría en perspectiva con la obra de James Joyce. Por
favor, tú puedes, eres mi Rey. Vivo en la Place de la Résistance, en Caen, házmelo
saber.
Por favor, Su
Excelencia, Su Serenidad, Mi Rey, Su Alteza, Mi querido Manu, Mi cariñito,
recibe la expresión de mi más cortés consideración. Viva la República, viva
Francia, pero sobre todo: ¡Viva tú!
Michel Onfray
Posdata: besos a la Reina.
Posdata II: Me he enterado de que Brigitte y tú fuisteis a
hacer jet-ski acuático a tope cuando estuvisteis en Brégançon, en
una zona prohibida para la navegación y el fondeo, y que navegasteis mucho y mojasteis más. Esta reserva marina protegida no debe ser perturbada por ningún vehículo a motor. Sin embargo, estaban tus dos motos acuáticas y tu gran yate con 150 caballos de potencia... quién sabe si tal vez prestado por Nicolas
Hulot, porque sabemos que, al igual que tú, es un ecologista que colecciona
vehículos motorizados. Proteger el medio marino y preservar la biodiversidad en
las aguas del Parque Nacional de Port-Cros, para ti que fumas glifosato todas
las mañanas a la hora del desayuno, carece de la menor importancia, ¿a que así?