miércoles, 10 de febrero de 2016

Albiac Akbar

Gran artículo sobre el filósofo Albiac, uno de los poquísimos intelectuales que, desde los periódicos, que son  o deberían ser las trincheras de la Verdad, se encaró con el islamismo asesino y sus subproductos ya en 2004 y ahora en 2015.  Ahora estos papeles del París asesinado por la yihad local adquieren forma de libro.

Nada de Allah Akbar.
Allah no es grande.
Es Albiac  quien lo es.





Titiriteros y mangantes sueltos en la calle

Han soltado a los titiriteros... y a Pujol Soley y señora. Ni una cautelar.


Miércoles de cenicero

Ya que el Nobel no se puede y ya lo tiene el titiritero Dario fo, yo si fuera ministro de Cultura, tras de lo papel higiéenico de los Goya, les daba el Premio Nacional de las Artes Escénicas en forma de cecincero. Auqnque no sé si dejan fumar en el calabozo.
 El repertorio lo merece.
Pero sobre todo que los suelten, por agravio comparativo con tanto hijo de ruta y otros comprensivos con el terrorismo que andan sueltos...

Contra la Democracia y justicia poética

Han requisado el manual de instrucciones a los titiriteros. Se titula Contra la Democracia.
Casi todo lo que extracta el periodista de ese libro parece harto razonable. Al menos me lo parece a mí, alma de titiritero. Y no solo alma...
En el librito se dice que la Democracia en Grecia era un broma, que el capitalismo prospera a base de explotar, la ley electoral es muy mala, la escuela un aparcadero, los políticos usan puertas giratorias, nos estamos cargando el planeta  y a la banca se la salva obscenamente con el dinero de todos. El diagnóstico no anda del todo errado.
Lo único que no se ve claro en el manual de los titiritero es que la justicia y la policía sobren: hoy mismo, mientras escribo, están sentados en el banquillo la hermana y el cuñado del rey, en Palma, y en Madrid don Jordi Pujol Soley, ¿quién lo hubiera creído hace unos años?


Lástima que Pujol no declare ante la Justicia en Badajoz, Sevilla o Murcia, por alusiones y mera justicia poética. Nobody is perfect.

Dario no Darío

La verdad es la verdad la diga Iglesias... o su estilista: pinche aquí.
No es aceptable que los titiriteros sigan aún en prisión, en un país en que hay apologetas del terrorismo o violadores confesos que duermen en sus casas a la espera de juicio.
Por no hablar de golpistas que van en coche oficial.

Los detractores del Nobel Dario Fo comparten un mismo rasgo: le traducen el nombre de pila y lo llaman Darío. [Dario no lleva acento y se pronuncia además "Dário"], lo cual es reconocerle  involuntariamente su universalidad, como a Julio/Jules Verne o a Víctor/Victor Hugo, Alejando/Alexandre Dumas, Emilio/Émile Zola, Feredico/Friedrich Nietzche, etc.