jueves, 11 de octubre de 2018

Por derecho en el ojo

El filosófo Michel Onfray publica esta carta abierta a Macron, a quien hace responsable de que le hayan quitado el programa radiofónico de la radio pública en que daba sus charlas filosóficas.

(La cartita deja en travesura de monaguillo lo que la biempensancia hispana le afea a algún primer Espada).


Aquí la carta en VO y un poco de contexto.

Aquí en tradu exprés.


"Carta a Manu sobre la digitación y sus honduras"

"Su Alteza,
Su Excelencia,
Su Serenísima,
Mi Manu querido,
Mi Rey,
Pero también:
Mi cariñito,
Me permito toda estas familiaridades, mi querido Manu, porque recientemente circulan unas fotos tuyas por todas partes en la Red en las que se te ve en las Antillas abrazando a un hermoso negrata, bodybuildeado en la cárcel, rezumando sudor tropical, cosa que parecía deleitarte bien hasta el fondo, si me permites la expresión... Tu sonrisa dichosa muestra, ciertamente, que tu dilección se vuelca más fácilmente en quien adereza con una peineta el selfie contigo... que en esos intelectuales que no tienen la buena fortuna de complacerte porque no te cortejan. Verdaderamente, parece que sólo te agradan aquellos que te hacen saber su amor de una manera que no se presta a confusión:  hay que abrazarte  a cuerpo gentil para agradarte, hay que limpiarse el sudor en tu camisa blanca, y hay pasar más tiempo en el gimnasio que en las bibliotecas. Por lo tanto, entiendo que el filósofo Etienne Balibar, con quien dices que escribiste una tesis universitaria sobre Maquiavelo, apenas se acuerde de ti. Probablemente su cuerpo no luce lo suficientemente sudoroso y, en cambio, él te resulte demasiado talludito e intelectual para tus gustos.
Aquellos que quieran mejorar un poco su cultura, cosa que siempre viene bien en estos tiempos aciagos, conviene que consulten la enciclopedia en línea Wikipedia, ¡alegría…  un día es un día! La Wiki francesa nos ilustra acerca del significado de peineta: "El dedo corazón levantado rodeado de los otros dedos doblados evoca un falo, y el resto de la mano, un escroto". Para quien no domine todas estas sutilezas léxicas,  es simplemente lo que se conoce como un  "que te den por culo". El dedo, podemos ver perfectamente  a quién pertenece; pero el culo...  a saber quién lo pone,  ¡si me permites la expresión! ¿Lo pones tú personalmente? En tal, es asunto tuyo, pero no nos montes un numerito: un Presidente no debería hacer según qué cosa, como decía aquél [alusión al libro de François Hollande "Un Président ne devrait pas dire ça" (Un Presidente no debería decir estas cosas), que ayudó a precipitar su caída] ... ¿O es que este culo tal vez sea el nuestro, dado que encarnas la soberanía popular? ¿Es acaso el de Francia, cuyo cuerpo místico encarnas tú? Quién sabe... Pero esta vez la cosa nos toca de cerca. Has de entender que podamos no disfrutar de esta intromisión en nuestra intimidad sin consentimiento. Pregúntale a la Sra. Schiappa, Secretaria de Estado para la igualdad: ésta es la definición legal de violación.
Cualquiera que sea el fundamento y el de su dueño, realmente es una falta de tacto -nunca mejor dicho- hacia la República el dejarse dar de esta manera y enarbolar esa sonrisa radiante que atestigua tu satisfacción. Tal gusto forma parte de tu vida privada, que es la del primer cuerpo del rey, mortal y natural, y no debería afectar a tu segundo cuerpo, que es el político y republicano. Esta sonrisa es la misma que paseabas por la escalinata del Elíseo el día de la “Fiesta de la música” rodeado de un grupo de individuos a los que también les gusta mucho ese sutil lenguaje digitalo-gestual. No podrá decirse que vas embozado. Sólo los idiotas pueden fingir que te escondes. Tú eres de los que les gusta meterte hasta el fondo, para decirlo claramente y con palabras  que no deben escandalizarte, ya que te pone el asunto cuando se expresa con un gesto. Poner o no poner,  meter o no meter, ésta es la cuestión...
Pues bien, has resuelto a las claras la cuestión: desde hace algún tiempo demuestras, en efecto, que a ti o a tus servicios no os preocupa mucho la legalidad (y ya no me refiero a la moralidad, pues ahora sabemos en qué estima tienes ninguna moral....), me refiero, repito, a la legalidad. Desde este punto de vista, hay que ver cómo nos la metes... 
En primer lugar, un primer dedito, se produjo esa sorprendente evaporación de tus beneficios como banquero de Rothschild: en efecto, parece que eliminaste hábilmente esta considerable cantidad de tu declaración de patrimonio antes de las elecciones presidenciales. ¿Y adónde fueron a parar los cinco millones de euros que fuiste acumulando como banquero durante ocho años y que nadie ha logrado rastrear? (fuente: "Cinco millones de euros en ocho años, ¿dónde está el dinero, Emmanuel Macron?" en Économie Matin de 16 de febrero de 2017  Cinco millones, son muchos  billetes de cinco pavos que tú le estás robando a los bolsillos de los estudiantes que reciben la ayuda personalizada para vivienda (APL).
En segundo lugar, segundo dedito, esa noche de recaudación de fondos en Las Vegas que hizo posible, mediante facturas de Havas-Business, que el proveedor de servicios de ese evento, aparentemente realizado sin licitación, y por lo tanto de forma ilegal, generara márgenes considerables, decenas de miles de euros, para el candidato que eras entonces. ¿Quién estaba organizando ese tipo de fiesta poco legal? Muriel Pénicaud, tu actual Ministra de Trabajo (fuente: "Viaje de Macron  a Las Vegas: la fiesta carísima  organizada por Havas", en Le Parisien del 8 de julio de 2017). Fillon cayó por tres trajes: esa única fiesta te habría permitido comprar abrigos y pantalones para todo tu gobierno y sus equipos durante muchos años. Sin embargo, esta no fue la única fiesta que permitió que algunos fueran generosos contigo.
El tercer dedo, ya de presidente, es el asunto Benalla. Todos tuvieron la oportunidad, durante la telenovela del verano que desbordó hasta el primer día de clase, de ver cuánto y cómo cubriste a quien te cubre. Entre mentiras, estrategias de comunicación, cortinas de humo, intoxicación, desinformación, instrumentalización, quién es el listo ahora que pueda saber dónde está la verdad. En este asunto, me quedo con una. Es un asunto dentro del asunto. Cuando tu protegido estuvo detenido en dependencias policiales, la Policía no pudo realizar el registro de su casa debido a… la legalidad: no interviene por la noche. ¿Cómo es posible que un equipo pudiese acudir  a casa de Benalla para abrir su caja fuerte y hacer desaparecer todo el contenido, incluidas las armas de fuego? ¿Quién dio la orden, y a quién, para que se cometiera este desmán que obstaculiza el buen funcionamiento de la justicia? ¿Y quién lo protagonizó? Deberíamos preguntarle al ya ex ministro del Interior Gérard Collomb y preguntarle si esto tiene algo que ver con su reciente dimisión... Nadie se va a tragar que ese falso robo pudo haberse ocurrido en ese momento, en ese lugar, en esa parte del apartamento de un hombre al que proteges contra viento y marea, ¡sin que algo sepas tú de todo esto! ¿Qué hay entre tú y él para que se destruyan las pruebas de todo lo que no encaja en este asunto?  ¿De qué deditos y ahondamientos simbólicos, o no, estamos hablando aquí? (Fuente: Asunto Benalla. Compañera no encontrada, caja fuerte desaparecida... persisten las dudas", en Ouest-France del 23 de agosto de 2018).
Ya que estamos hablando de hurtos y robos, agreguemos otro delito, será el cuarto dedito, y pronto completaremos la manita. Todo el mundo sabe ya que la estrategia de comunicación del Sr. Benalla, que tanto incomodaba al ministro Collomb (y te juro que nadie tiene que ver Collomb con mis deditos y mis ahondamientos...) la llevaba la Reina Mimi. [alusión a que el apellido del ex ministro  Collomb suena parecido a "colon"... intestinal]
¿Pero quién es Mimi? Dejemos que sea la editorial Grasset, que pronto publicará una biografía no autorizada del personaje, la que nos los cuente. Aquí va la contraportada del libro en cuestión: "La llaman 'Mimi'. Michèle Marchand, la papisa de los paparazzi, la guardiana de los rumores, de los secretos políticos y comerciales. Coleccionaba exclusivas sobre los poderosos pero entendió que lo más útil era no venderlas. Poseerlas le basta y le sobra. E irse de la lengua, cuando convenga. No tiene título oficial, pero "Mimi" va al Elíseo todos los jueves. Su agencia de noticias, Bestimage, tiene los derechos exclusivos de la imagen de la Primera Dama y de las imágenes privadas de la pareja Macron (¡sic!). Un maná. Y algo inédito. Nunca antes una pareja presidencial había concedido acceso privilegiado a un "vendedora de fotos". ¿Cómo se hizo Mimi con el control de los secretos de París? ¿Por qué se le conceden tantos privilegios? ¿Qué sabe y qué calla? Es difícil investigar a esta poderosa y temida mujer. Sus amigos  callan y los que le deben algo…  tienen miedo". Y esto otro, que tiene su aquél: "Garagista, dueña de un club nocturno, casada con atracadores y luego con un policía, campeona de esquí, reina de la prensa popular.... antes de llegar al corazón del poder. La vida de Mimi es un enigma y da vértigo."
Entendemos que ese vértigo se contagie a otros. Por eso, curiosamente, uno de los apartamentos de los periodistas autores del libro fue objeto de un robo. ¿Quién lo hizo? Sólo tú lo sabes, me parece a mí. O el Sr. Collomb, que recientemente ha puesto pies  pies en polvorosa... ¡cual salteador de caminos! No sé por qué, pero tengo la sensación de que el equipo de cacos que se trabajó la caja fuerte de Benalla también trabajaba para uno de los biógrafos de la ahora famosa Mimi (fuente: "Unos de los biógrafos de 'Mimi' Marchand objeto de un robo misterioso) en L'Obs del 26 de septiembre de 2018).
Para mi demostración, y sé que me entenderás, necesito un quinto dedito. Y así podremos hablar claramente de un "Fist Fucking" o, en otras palabras, para aquellos que se sentirían tan confundidos por esta expresión formulada en la lengua de Shakespeare como por las sutilezas léxicas del cuerpo humano, y aquí va mi propia traducción libre: "La mano, y luego el brazo entero por el culo". Me disculparás por todas estas variaciones proctológicas, pero eres tú quien me obliga a hacerlo, después de haber empezado en las Antillas...
En varias ocasiones, el que te sirve de Benalla para tus discursos, Sylvain Faure, ha hecho saber que no te gustan ciertos intelectuales, ¡y un servidor entre ellos! Se dijo, durante un tiempo, que se crearía una especie de "célula de respuesta" para hacer frente a las "nauseabundas" ideas, por supuesto, de esas personas de las que yo formaba y formo parte. Nuestro Sylvain se había entonces sacado de la chistera los nombres de Michel Serres y de Pierre Nora: querías savia nueva y rejuvenecer la sociedad francesa: estos dos académicos suman 174 tacos, todo un éxito. (fuente: "El deber de memoria de Macron", en Le Parisien del 11 de junio de 2017).
Todo el mundo pudo ver que eras capaz de cambiar la ley para recompensar a Philippe Besson, que es para ti lo que Heidegger fue para Hitler, Sartre para Stalin, Sollers para Mao y luego para el antiguo primer ministro Balladur... Decidiste hacer votar un texto que  permite crear una veintena de puestos adicionales de cónsul general, para  funcionarios y no funcionarios, con el fin de hacer posible que tu amigo pueda recibir su juguetito a cargo de las arcas  de la República. (fuente: "El decreto que permite a Philippe Besson ser nombrado cónsul en Los Ángeles", en Le Parisien del 30 de agosto de 2018).
Un hombre que es capaz de saltarse la ley para recompensar a un intelectual que le..., que le, digamos, que le… canta sus méritos, no tendría que esforzarse mucho para que se supiera cuánto le gustaría que este otro filósofo, que no le gusta, dejara de tener el privilegio de que sus cursos fueran retransmitidos por la radio del servicio público. ¡Lo digo por decir, eh!
Después de la evasión fiscal, tres dedos; los robos, dos dedos; y  la promoción de un amigo como anverso de una medalla cuyo reverso es el desalojo de un enemigo: cinco dedos, y ya salen las cuentas: la mano enterita al fondo, y el brazo a punto después ...
Hace un año que Su Alteza, Su Excelencia, Su Serenísima, Mi querido Manu, Mi Rey, pero también Mi cariñito... estás en el poder. Y nos deleitas cada semana con nuevas aventuras. Te quedan cuatro años de reinado.
Tengo buenas noticias para ti: como tengo más tiempo desde que te has pasado mis clases en la Universidad Popular  por tu recto ciudadano, estoy encantado de poder anunciarte que te escribiré más a menudo de lo que pensaba cuando te escribí mi primera carta. Esta nueva perspectiva me contagia tu sonrisa... pero por otras razones: ¡y estoy encantado!
 Sabemos que el sabio señala la luna y el tonto mira el dedo: por mi parte, me comprometo firmemente a compartir equitativamente luna y dedo.
Salut Manu"

Es decir: que lo pases bonito, Manu...



Michel Onfay. en la Wiki hispana.