El profesor Sosa Wagner encara al timorato Borbón con sus responsabilidades ante el bloqueo político y le pide que lo rompa con el mazo de la Constitución: que eso no es borboneo, Majestad, que eso es constitucionalismo...
Aquí.
Pero no caerá esa breva de un formador regio para un gobierno de concentración y provisional: ni siquiera el monarca ha sido capaz de reunirse al mismo tiempo con varios de los líderes para hacerles ver la necesidad de pactar una salida al juego diabólico de vetos cruzados, cuando tenía margen de sobra para haberlo hecho. Tanta prudencia roza la inoperancia.
Porque, ¿quién se atrevería en el Congreso a no investir a un candidato (mejor una candidata, por múltiples razones) nombrado por el rey con todo un gabinete de independientes constitucionalistas salidos de gran parte del arco ideológico?
Cierto que a los partidos no les gustaría la idea, entre otras cosas porque pondría de manifiesto su poquedad e inutilidad, pero ni PP ni PSOE ni C's se atreverían a votar NO a ese candidato independiente y a su equipo... porque sería tanto como votar NO a la monarquía.
Manuel Conthe, sin embargo, se pregunta si Rajoy es un republicano que se ignora.
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Hombre, hombre, todo es posible: en la entrada anterior lo trataba yo de punk.