viernes, 24 de junio de 2016

El hombre de las dos manos que no se conocían

Aquí las posibles hipótesis sobre quién y cómo se grabó a Fernández Díaz y a De Alfonso.
La del teléfono zombie parece la más plausible. Habría que ver quién y por órden de quién se hizo eso.
De Alfonso declaró ayer en la comisión de control que la víspera habían entrado en su casa. No aclaró si ha presentado una denuncia. Sorprende que la prensa no recoja una declaración tan llamativa.


Pero falta una hipótesis diferente a las que plantea Ekaizer: que fuera De Alfonso el que grabara para sus archivos personales y para una finalidad de protección personal de blindaje, y que alguien hiciera luego con malicia una copia de esos ficheros audio. Y que este alguien los haya cedido a la prensa, por dinero o por venganza contra Fernández o contra De Alfonso o contra un tercero vinculado a éste o a aquél: O porque el filtrador es un proindependentista. O un mix de varias de estas razones.

Esta hipótesis no es descartable, pues parece poco imaginable que las grabaciones sean moneda corriente en el despacho del ministro, pues de lo contrario en tantos años habría habido más filtraciones con otros interlocutores.
Que sean conversaciones sólo con De Alfonso apuntaría a que es éste el que grabó, para un uso distinto al de estas filtraciones, evidentemente, porque De Alfonso es el principal perjudicado por el escándalo y va a perder su puesto y su reputación en unos días, mientras que el ministro no parece que vaya a pagar personalmente por el asunto más allá de un mero desgaste.



Grabar al ministro es grave; filtrar las grabaciones es igual de grave; pero publicarlas es un deber de todo periodista.

Pero lo más grave de todo es el contenido de las grabaciones: la prueba audio de que el jefe de anticorrupción en Cataluña, en vez de luchar contra la corrupción, la fomentaba. Al menos, la corrupción moral máxima que supone la persecución a alguien por sus ideas y no por sus hechos.
Y que el ministro del interior de España ve con buenos ojos practicar una guerra en plan sucio que no supo practicar limpiamente.

Aquí las últimas filtraciones.

Y de guinda parece que hay un señor X que al menos estaba vagamente al tanto de todo estas conspiraciones, entre puro y puro, pero como es tan discreto y tiene una mano que desconoce lo que hace la otra, es probable que tampoco sus dos hemisferios comuniquen y ya ni se acuerde.