Lucía Méndez glosa el cabreo del PSOE ante la jugarreta de Podemos, que ya vuela por libre hacia el sorpasso.
Aquí.
Sánchez no entendió que tras el pacto con C's y la doble e insensata tentativa de investidura, o bien debía cambiar de pareja de baile o bien pedir urgentemente hora con Rajoy.
A la postre, Rajoy tenía razón: no se puede intentar gobernar sin contar con el primer partido del país.
Y ahora a recuperar los votos que se fueron a C's.
Escoba vieja barre mejor, dicen en Chile.
¿Pero la vieja escoba ha de ser necesariamente corrupta?