Mucho ha tardado el independentista Alex Salmond, tras el anuncio del referéndum británico para salir de la UE del próximo 23 de junio, en pedir una nueva consulta independencia para Escocia.
Habla el escocés de una presión irresistible e instantánea si el Reino Unido decidiera abandonar el club de los esquires bruseleneses.
Tiene su aquél la cosa: si se quedaron en el Reino Unido para permanecer en la Unión Europea, es lógica que ahora quieran salir del Reino Unido para permanecer igualmente en Europa.
Sin embargo, algo falla en el razonamiento: la mayoría del 44,7% que votó por la independencia en septiembre de 2014 votó no solo por salir del Reino Unido sino también por salir de la Unión Europea, pequeño matiz.
Los que deberían pedir el referéndum ahora en Escocia son el 55,3% que votó a favor de seguir siendo británicos.