martes, 2 de febrero de 2016

Suicidios y otras muertes

Si Rajoy, "el escapista que no se quería marchar", no pide esta tarde al rey poder ir a la investidura, apostando como un mal menor por unas nuevas elecciones, se estaría suicidando y de paso suicidando al PP.
El primer partido del país no puede dejar de llevar la iniciativa; puede y deber subirse a la tribuna y hacer una oferta clara de reformas constitucionales y de la ley electoral; y proponer un Gobierno de emergencia para reformar la Constitución ante el envite independentistas y el previsible deterioro de la situación económica si Podemos llegase al poder.
Un gabinete con ministros del PP, de C's y de independientes de izquierda o de centro más allá de toda sospecha personalista debería provocar la abstención del PSOE, como poco.

Y en la ponencia para reforma constitucional, el PSOE no podría de todos modos ausentarse.

Dejar de intentar formar Gobierno equivale a suicidarse, de lo cual Rajoy es muy libre, pero es que en este caso arrastra a su partido, y por tanto, se está cargando la estabilidad del país, que pasa por que los 7 millones de votantes del PP se sientan representando, siquiera parcialmente, en el Gobierno.


Hay un ello libro póstumo del poeta catalán Alfonso Costafreda, un extranjero vocacional, que da el título a esta entrada: para saber más y leer alguno de sus poemas, aquí.


Un  adelanto:

En un solo deseo

Los años que se perdieron están aquí, ahora.
Los sueños que he vivido crecen entre mis manos.
Siento cómo han pasado tantos días y seres,
tantas cosas a mi lado sin que las viera.
Pero de pronto todo regresa y se reúne en la memoria,
y tantas vidas
en un solo deseo hoy he encontrado.