Matemáticas para desmontar las conspiranoias es lo que propone un científico. Un algoritmo para desfazer delirios.
Es muy seductora la hipótesis para ir contra el "sesgo de confirmación" que nos contamina tanto la existencia.
Mi único "pero" es que si bien en las democracias, las conspiranoias tienen la vida complicada, en
las no democracias, son el pan de cada día; diría más: son el aire que se respira.
Que cundan tanto en España las tesis conspiracionistas es significativo de algo.
Pero no me atreveré a decirlo para que no se acuse de lo propio.
De todos modos, no es lo mismo conspiranoia que conspiración; muchas conspiraciones son verdaderas, y tanto que lo son. El ser humano es un conspirador nato. Pero se puede conspirar también para hacer el bien, eh.
¿Verdad, verdadosidad, o intoxicación?: mientras tanto, pour une fois, en Lutecia, un hombre ha sido detenido con dos pistolas y un Corán.
Yo le habría requisado primero el libro, pues "un libro ayuda siempre a triunfar".