La única salida buena, porque evitar males mayores, es que PSOE y Ciudadanos gobiernen con la pasividad cómplice, vulgo abstención, del PP.
El PP no debe gobernar hasta que no se regenere.
El PSOE solo debe gobernar con quien quiere romper el sistema ni el país.
Ciudadanos debe aceptar gobernar en un Gobierno de transición para reformar la Constitución, que requiere de mayorías agravadas, por sentido de Estado.
Y Podemos debe ver cómo con sus eróticos 69 diputados todavía no puede asaltar cual un trige el Estado de Derecho sino solo enroscarse onánicamente sobre sí mismo
Y los nacionalistas han de entender que ya no tienen nada que pinchar ni cortar en la gobernabilidad de un país al que no quieren pertenecer.