Ahora resulta que Rajoy va a quedar con Puigdemont, después de la broma telefónica de ayer.
Al final, el humorista de verdad tal vez no era el imitador...
Y lo que tiene menos gracia es que la conversación con el verdadero Puigdemont se parecerá mucho a la de ayer.
Si se escucha atentamente la conversación con el falso Puigdemont ya había algunos rasgos de humor muy buenos en Rajoy: "¿cómo va la vida?", "lo hacemos [verse con él] por hacerlo, sí..." "según como quede este asunto, porque claro, yo no sé cómo va a quedar este asunto", "el lunes, según cómo estemos, si hay investidura... si no la hay, el tiempo... pues ya fijamos una fecha", etc.
Dijo eso "[según] el tiempo...." !!!!
Rajoy habría ganado más dinero en el Club de la Comedia que como registrador de la propiedad,
porque además de contar chistes, el presi tambiénb sabe bailar.
Y humor tiene, porque ahora mismo estará en el gimnasio de Moncloa, como un boxeador sonado haciendo putching ball con vistas a la sesión de no investidura.
Hace falta humor, ciertamente.