¿Quién a acuerda hoy de UPyD? ¿UPyQué?
La ley electoral castigó durante años a la formación magenta, que en la saga Millenium habría dado para un episodio tipo El partido que llevaba a los partidos a los tribunales.
Ayer los electores lo acabaron de castigar. Menos votos que el partido animalista. ¿Perro no come perro?
Su fundadora, alma mater dolorosa, mandó tuit ayer. Un enigmático tuit monosilábico, que retiró inmediatamente. Lástima, pues en política (y en tantos otros ámbitos de la vida) el laconismo se agradece.
Hay en el tuit un estrambote: una curiosa dirección: herzogoff@, ¿el correo del zar?
"No", tuiteó Rosa Díez, que antes ya había dicho "no" a la alianza con C's, previo el "no" a Sosa Wagner, agosto de 2014, que fue el principio del fin de UPyD. Defenestrar a Sosa (que había llevado a 4 diputados magenta a Estrasburgo) solo por osar decir que tal vez era el momento de que los libres e iguales aparcaran sus diferencias y se unieran...
Y es que hay noes un poco destroyers en la vida.
Luego Rosa Díez retiró el "no" tan dadaísta de su cuenta tuitera, y se explayó para decir que todo el mundo iba en contradirección, excepto ella, como en el chiste. Qué pena, con lo bien que habría quedado ese "no" sueltizo.
Hubo un parlamentario en la Primera República, creo, que se mostraba siempre en contra de todo y tiraba mucho de "no": dicen que decía, "mi voto en contra, por cierto... ¿de qué se trata?". Eran otros tiempos, mucho más modernos: así, el Presidente de la República, Don Estanislao Figueras, se permitió decir en la Tribuna parlamentaria: "Voy a serles franco: ¡estoy hasta los cojones de todos... nosotros!", y se fue del hemiciclo.
Luego, en 1936, vendría Franco y "fue franco", pero a su manera, siendo él, y a fuer de franqueza puso en práctica lo que Don Estanislao había dejado solo en un mero enfado.