Fillon pide excusas a los franceses por algo, en definitiva, moralmente opinable, y después de que "el cielo me haya caído en la cabeza"; dice que su esposa ha sido 30 años su colaboradora, cobrando desde 1988 (17 años asalariada como asistente), pero que por discreción nadie lo supo.
(De los 200 mil euros por tres notas de lectura de su esposas en La Revue des Deux Mondes, rien de rien...)
Dice que ha declarado 5 horas antes la Policía y que el sumario es secreto, y que todo lo que se denuncia (y denuncie) será en violación de las normas procedimentales.
Que ha publicado en su sitio de Internet los salarios de su esposa e hijos.
No piensan devolver ni un franco.
Arremete contra la prensa (a la que tacha de tribunal mediático al que no reconoce legitimidad, que lo ha querido linchar, después de haber dicho la semana pasada que se ha producido "un golpe de Estado institucional".
Todo sería un "coup monté", un "asesinato político" que beneficia a los enemigos de la Derecha, a los que no quieren su "programa de ruptura", a "Le Pen y al sucesor de Hollande"...
No piensa decepcionar a cuatro millones de franceses que han votado por él, estirando bastante las cifra del apoyo recabado.
Él sigue.
A ver si le siguen Les Républicains... y las encuestas, que son las que mandan aún hoy en día.