La palabra del año para el diccionario Oxford, el concepto de moda, me señala un joven filósofo, no lo acuña un intelectual, un pensador, un estadista o un científico, ni siquiera un periodista prestigioso, sino un mero bloguero. Un tal David Roberts. Y lo hizo en 2010.
Aquí.
Pero lo peor no es eso; sino que dicho concepto signifique simplemente la "mentira" de toda la vida, la del que miente a sabiendas, o porque le sale de la albóndiga. O porque él lo ve así.
Y si de lo que se trata es de denunciar las trolas y a los troleros y a los manipuladores me quedo con los rastafaris y su aguda iniciativa, o con los periquitos samoanos del Espanyol de Barcelona: aquí.