lunes, 5 de septiembre de 2016

El mudito

El rey no quiere organizar nuevas consultas en Zarzuela, para dejar así a los partidos que se entiendan entre sí.
Aquí.

Es decir, que se ha adaptado pues perfectamente al ambiente y, lo peor, a un sistema abocado a la nada o a la repetición de elecciones.

Nada en la Constitución impide que el monarca convoque a los líderes en reuniones conjuntas, con dos o tres o cuatro líderes.

Nada en la Constitución impide que el monarca nombre a un formador de Gobierno que no sea un líder de partido. Incluso a alguien que no haya sido votado en la urnas.

Teme que lo acusen de borbonear; pero eso no sería borbonear sino actuar conforme a la ley y al papel moderador que le corresponde a la Corona.

Pero no hay más mudo que quien no quiere hablar.