lunes, 27 de junio de 2016

¡Qué vedo!

Cuentan del gran poeta satírico Francisco de Quevedo que en cierta ocasión hubo de defecar en una esquina cuando pasaron una madre e hija; la señora exclamóse al ver a un señor con las posaderas al aire: "¡qué vedo!", a lo que el poeta, sorprendido, contestó: "Hasta por el culo me conocen".

Esto es lo que le puede pasar a otro Quevedo, Pedro.
Aquí.
Ya puestos a tener que pasar por el trance, que pida que lo nombren formador de Gobierno.