En la galerna que vive el periódico (y el grupo), se marcha hoy de El Mundo García-Abadillo, el hombre tranquilo. Sin el verbo rumboso de otros ni la búsqueda de protagonismo de otros, su labor investigadora y su ponderada capacidad analítica han acompañado durante casi tres décadas a un lectorado que no siempre ha sabido apreciar el esfuerzo ingrato (e ingratificado) de un corredor de fondo como ha sido el suyo.
Su sobria despedida aquí.
¿Es realmente el modelo de negocio lo que está en crisis, como apunta Abadillo, o es una crisis del negocio, es decir del periodismo?
Yo no sé si El Mundo es un diario que está bien, pero sí sé que está bien que El Mundo esté.