viernes, 20 de mayo de 2016

Fin de partida

El juez Castro, al que se le reputa decir la verdad (y el aludido Roca and partners no anuncian querella ni nada parecido), avisa de que Roca quería verlo en secreto  en 2013 para "lo" de la Infanta, respaldando así la idea de que, en paralelo, la defensa de la infanta podría haber querido pagar a la acusación particular para que se retirase.
Aquí.
No es que sea grave el que Roca, que recibió la encomienda infanzona del rey emérito Juan Carlos, quisiera reunirse en secreto con el juez instructor; es que significa hasta qué punto de putrefacción ha llegado "el sistema". Un juez que espera tres años a denunciar tal cosa, un Padre de la Constitución que se la pasa por el forro, una Infanta que no renuncia a sus derechos sucesorios ni por pienso, y una acusación popular que no se sabe si extorsiona o es extorsionada...

Ah, y un partido corrupto que va a ganar las elecciones, por demérito de los demás partidos, y que si gobernase sería un mal menor...

Ahora sí cabe afirmar que el régimen del 78 ha enfilado su recta final.
Podrá colear aún un tiempo (y algunos no lo veremos), como hizo Roma en su declinar pero, hoy como ayer, los bárbaros ya se refocilan a las puertas.