Fernando Savater coloca su dedo en la llaga del nacionalismo: aquí.
Es ya casi un deporte para él, una ocupación de gentleman; y debemos estar todos muy agradecidos de que lo siga practicando.
Savater es un clásico: nunca decepciona. Su pensamiento es claro, como su pluma. "Lo que bien se concibe se enuncia claramente / y los vocablos para decirlo vienen fácilmente" (Boileau) (Canto I de su Arte poética, ici.)
Ayer, Félix de Azúa, otro cazador de nacionalismos, hizo su ingreso en la RAE. Savater, amigo de éste y que lo acompañba en la sala, no debería tardar en hacerlo. Y algún otro francotirador del pensamiento a contracorriente, allí presente, a más no tardar...
Para Azúa: aquí y acá.
Y es que les beaux esprits se rencontrent (Voltaire). (Las mentes brillantes acaban coincidiendo).