miércoles, 2 de marzo de 2016

Patetismo y gracejos

Dice Sánchez que "el grupo parlamentario de izquierdas no suma, somos solo 161 diputados". Es decir considera que el PSOE y Podemos comparten un mismo espacio!!!

Confunde a Rajoy  y a Iglesias y hace luego un chascarrillo.

Y sigue intentando seducir a Podemos pero le suelta una coz asimilándolo a Rajoy.
Patético.


Iglesias le replica: "Para usted o somos la ETA o somo Rajoy, a ver si se aclara". Tiene gracia el tipo.

Hay que reconocer que Iglesias está como pez en el agua, y aprovecha para atacar a Garicano ex FAES, el cerebro y "celebro" económico de C's.

Acusa a Felipe González de la cal viva de los GAL.
Gran revuelo. Insultan a Iglesias desde los bancos socialistas del fondo.


López tutea a Iglesias, que pide amparo a la Presidencia y se chotea del tuteo.

El Presidente da un sermón de usos y costumbres parlamentarios que da pena y que no arrcanca ni medio aplauso en la bancada socialista.


Sánchez reivindica a Felipe González. Aplausos de la bancada.
Le afea a Iglesias el elogio a Otegi ayer.

Insiste en que "somos 161 diputados de izquierdas", y no suman,
Dice que ERC y DiL son respetables pero el PSOE no comparte el afán de romper la Constitución.


Margallo pide la palabra por alusiones: en los pasillos se le preguntó por la actitud de un Gobierno PSOE Podemos; y relató que en tal caso, habría que ver si las tesis de Poemos o e IU iban a prevalecer en la guerra contra el yihadismo. No se atrevieron a hacerlo en terreno abierto y ahora lo hace torticeramente. No tiene categoría de ser candidato.

Interviene Patxi López inopinadamente tomando partido por Sánchez. Grotesco.

Fernández Díaz, ministro en funciones,  pide el uso de la palabra: en la radio le preguntaron por ETA, y como solo queda de ETA sus presos, dijo que en un Gobierno con Podemos e IU era evidente que los presos de ETA deseaban un Gobierno que cambiara la política penitenciaria. Ruega que Sánchez no ponga en sus labio lo que no dijo.

Sánchez replica en falso, diciendo que no dijo Diego, en fin,  por peteneras. Lamentable.