Obama se pega una viaje con su esposa, hijas y suegra por la Cuba del apartheid, que segrega y entrulla desde hace décadas no por el color de la piel sino por aspirar a la libertad
Obama lo hace para fomentar su iniciativa de final del embargo, que dista mucho de poder ser aprobada en el Congreso. Hay muchos congresistas que creen que eso ayudaría a perpetuar la dictadura castrista. él cree que haciendo negocios se entiende la gente. No es así, sólo hay que mirar hacia China, otro gulag comunista de dimensiones oceánicas.
El régimen de Sudáfrica no cayó con visitas turísticas ni con appeasement.
Sino con sanciones. Europa ha convertido a Cuba en su lupanar. Y ahora los americanos lo van a acabar de arreglar.
Aquí.
Obama viaja a Cuba y medio mundo libre se extasía por semejante iniciativa. De alguna menra tenía que justificar al final de su mandato que lo del Nobel no fue un chiste de humor negro.
Mientras, en la isla, siguen zurrando a los que piden democracia. Fidel ni se molestará en saludar a Obama y su hermano, sólo en pequeñas dósis, pero desde luego nada de recibirlo al pie del avión, ¿qué se habrá pensado este gringo moreno e imperialista?
Al Papa lo trataron mejor, al menos habla español, y no el puto idioma del Imperio.
La fascinación del mundo libre por la dictadura cubana merecería un análisis del inconsciente colectivo junguiano, por lo menos.