El portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid Antonio Espinar ha destrozado técnicamente a una Esperanza Aguirre (ya noqueada por sí misma ayer en los registros al PP), que se permite pedir mayor celeridad a la justicia en el caso Gurtel, cuando ella ha vivido y sobrevivido de sus demoras...
Los vanos intentos de Aguirre de embarrar la comparecencia no hacen sino confirmar el carácter fantasmal de ella y de su partido y del cadáver político de Rajo, cual Banco shakespereano & pontevedrés.
Al final, la colérica Aguirre morirá con su odiado Dios Rajoy, en un abrazo infinito, justicialmente poético.