domingo, 13 de noviembre de 2016

La libérrima libertad de expresión

Savater considera que: "Lo único que verdaderamente sonó inquietante en el discurso electoralista de Trump fue la amenaza de no respetar el resultado de las elecciones si no le gustaba".

Aquí.

A mí me resultan muchas más las cosas inquietantes, pero entiendo el mensaje savaterista: la democracia ha de poder soportar (casi) todo.

En tiempos se planteaba la pregunta de si la democracia debía poder prohibir a quien desea acabar con ella.

Pero es que si lo hiciera, se comportaría como una no democracia.

El imperio de la ley se aplica a las acciones y no a las intenciones.

La declaración de Trump: "Si me parara en medio de la Quinta Avenida y disparase contra alguien, eso no me haría perder votos" no es un delito. Decirle de verdad a una persona que dispare contra alguien en la Quinta Avenida lo es.

Dispare o no dispare el receptor del mensaje.