Barberá reconoció ante el juez el lunes haber donado mil euros al PP, pero declaró que no se le devolvieron dos billetes de 500 euros y que desconocía la práctica generalizada del "pitufeo" ty que no había una caja B, como sí han declarado algunos investigados en el mismo caso Taula, en lo que se asemeja mucho a delitos de blanqueo y de financiación ilegal organizada por el partido; los tribunales lo determinarán.
Nunca habrá ya una sentencia condenatoria o absolutoria sobre Rita Barberá.
¿Aceptó esos dos billetes de 500 euros y estaba al corriente de la práctica?
Sólo ella lo sabía, probablemente.
Y tal vez se sintió como Josef K. con la sensación de que la vergüenza habría de sobrevivirle y meditando sobre la ingratitud del ser humano.