jueves, 3 de noviembre de 2016

Gabilondo

Hay enorme expectativa acerca del ministerio más político de todos: el de cultura (que probablemente irá en tándem con educación, algo que ocurre en los países en que flojean ambas)
Alonso estudió filología (algo es algo) y no sería la peor opción, a falta de un independiente, como a Gabilondo, a quien realmente le importase la cultura y la impusiera como prioridad máxima del Gobierno (y que estuvo a dos dedos de lograr un pacto inédito por la educación).
Eso sí sería un milagro y la prueba de que lo del cambio dentro del no cambio iba en serio.
Pero Rajoy es un señor muy previsible, su mejor defecto.