martes, 13 de septiembre de 2016

Victimitis

Jaime del Burgo hace un repaso por la historia y le da un repaso a Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso.
Aquí.

En el fondo, es perder el tiempo: al nacionalista no se le convence nunca, lo suyo es una fe, un credo, un ego sobredimensionado, una patología: siempre sentirse diferente y maltratado, despreciado y robado.

Un amigo nacionalista catalán me comentaba ayer: "Es que ignorar ya es despreciar; hasta que no se pueda estudiar el bachillerato en catalán en Sevilla, no entenderán que se nos ha tratado mal desde hace 300 o 500 años; queremos que se nos trate de tú a tú; si no, nos iremos, por las buenas o por las malas".

Vale.