J-M. Albert de Paco repasa con su lucidez habitual las diadas que nos han ido dando, a cuenta de la de ayer.
Aquí.
Que Rafael Casanova haya sido la deidad (a la que se le hacen ofrendas florales, como algunas religiones asiáticas) del autonomismo primero, del nacionalismo luego y más luego del independentismo es mera justicia poética.
En Casanova se resume gran parte de la historia de este malhadado pueblo, que celebra derrotas que fueron victorias y falsas victorias que son derrotas.