En Francia no se juega con las cosas importantes. Cosas del laicismo.
Aquí.
El burkini como dispositivo antiviolación (sic) es una de las tomaduras de pelo más burdas e insultantes que quepa.
Aceptar el burkini sería casi aceptar la ablación como un elemento del acervo multiculti.
Al Estado Islámico se le derrota con la ley y el sentido común.