domingo, 10 de abril de 2016

Je suis un bobo

En la doble acepción de necio y de "bobo" en francés: bo-bo: "bourgeois-bohème".

Fernado Sánchez Dragó aboga por la libertad que supone la economía sumergida y la competencia desleal. Y a favor de complicar más la vida a los taxistas, que ya bastante arrastrada la tienen.
Aquí.

No sé si  le parecería bien que sus libros se pudieran conseguir pirateados en la red o chez los manteros a mitad de precio. Pero a sus editores, que le pagan, seguro que no.

A veces Dragó tiene reacciones de un bobo, en la doble acepción antes referida: algo imperdonable en alguien con su bagaje y su edad.

La libertad no es coger un taxi ilegal y joder al taxista legal que paga impuestos y seguros. Que haya una plataforma digital detrás de esta practica demuestra sólo lo bien organizado que está el fraude. Nada más.


El día que a su hija o a su nieto un uber sin licencia ni identificación ni seguro los maree, estafe, dé un susto, extorsione, o cause un accidente, igual se lo repiensa.