martes, 26 de abril de 2016

Es el rey, estúpidos

Ha bastado una propuesta "a la valenciana"  de Compromís (4 diputados) en el último minuto, renunciando a los referéndums de secesión, para que el PSOE acepte el reto pero con algunas reformulaciones (hipotecas, reforma laboral y art. 135, y alguna idea que le birla a Ciudadanos: un gobierno con independientes procedentes de un amplio espectro).
Aquí.

Ello pone a Podemos y a Colau ante un dilema corneliano. Arriesgarse a que sea Rajoy el próximo presidente del Gobierno el 26-J, pensando en su propio beneficio en las siguientes elecciones, como primera fuerza de la izquierda.

Y a Ciudadanos lo deja arrinconado,  por amortizado.

Lo absurdo es que la suma de escaños que puede bastar en segunda vuelta, con unas abstenciones de los independentista catalanes, que están por ver y que saldrían carísimas, es igual que hace cuatro meses. Pero ahora el asunto catalán se ha difuminado.

Sánchez ha de convencer al rey estar tarde de que le vuelva a dar opción a una investidura sobre la base de este pacto reformulado de 27 propuestas y tres matizaciones, que podría sumar hasta 160 y pico votos (167 con el PNV!).  Es decir, cuando ya sonaría y la campana.
Aquí.

El rey, a la postre, será quien deba decidir en las próximas horas. Su decisión será política.
Por mucho que haya intentado ser "impecablemente" neutral, se ha visto que es imposible serlo en cuanto no hay mayoría claras.
Diré más: si dio, políticamente, el visto bueno a un intento de coalición a dos con solo 130 escaños que apenas sumó un escaño más, ¿cómo negarse ahora a otro intento esta vez de 160 y pico?
Su falsa neutralidad era y es un espejismo.
Se lo tiene bien merecido. por no forzar un gobierno de gran coalición a palos.

Nada ni nadie impedía al rey reunirse con varios líderes al mismo tiempo para hacerles ver la idoneidad de ponerse de acuerdo.