jueves, 4 de febrero de 2016

Un falso Gil

Puigdemont estudió, sin acabar la carrera, filología catalana. Pero hace citas encubiertas  de bombero pastelero que parecen más bien de filología española.  Como si fuera el falso Puigdemont, cómo va la vida, Presidente, avec le temps...

El verdadero Puigdemont parafraseó ayer al poeta Gil de Biedma, que ya son ganas, porque Gil, como es fama,  abominaba del nacionalismo: "La independencia iba en serio y ustedes se han dado cuenta demasiado tarde".

"Ustedes/vosotras" habría debido acotar el cupero de turno.

La Vanguardia (la que quiere vigilar de cerca a Gregorio Morán), tiene el morro de decir que la frase es de Gil: pinche aquí.

No, señor Josep Gisbert, de La Vanguardia Censora: lo que escribió Gil no fue eso, sino esto:

"Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde"; que es el arranque del poema "No volveré a ser joven".

Para escuchar al verdadero Gil, aquí.

Es decir que, Gisbert, afine usted un poco el oído, porque le falla la métrica, la gimnasia y la magenesia.

A "La independencia iba en serio y ustedes se han dado cuenta demasiado tarde", le sobran pies, varios.

El poema verdadero se lo pongo entero:

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio 
uno lo empieza a comprender más tarde 
-como todos los jóvenes, yo vine 
a llevarme la vida por delante. 

Dejar huella quería 
y marcharme entre aplausos 
-envejecer, morir, eran tan sólo 
las dimensiones del teatro. 

Pero ha pasado el tiempo 
y la verdad desagradable asoma: 
envejecer, morir, 
es el único argumento de la obra.  

Pero el Puigdemont verdadero, si quería de verdad imitar a Gil, hubiera debido recitar este otro poema, que le regalo:

No volveré a ser borde

Que la independencia no iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
--como todos los payasos, yo vine
a llevarme el Estado por delante.

Contar chistes como Mas quería
y marcharme entre aplausos
--hacer reír, pujolear, eran tan sólo
las dimensiones del gran circo.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
hacer reír, pujolear,
era el único argumento de la joda.