Aquí carta veneciana de Pedro J. Ramírez: sutil, divertida, profunda, certera: un carta para adultos bien informados. Cinco minutos bien empleados.
Y aquí el tuit de Colau (Ada o el ardor de estómago): zafio, aburrido, superficial, errado: un graznido para adultos mal informados. Quince segundas prescindibles.
Si la Democracia directa era esto segundo, esta tuitocracia "jibaro-prop", pues entonces: como dice Mafalda (copiando el Stop the world, I wanna get off de Groucho Marx): ¡Paren el mundo que yo me bajo".