El futuro ex ministro de exteriores hoy en funciones embarrando y dando feos golpes bien debajo de la mêlee.
Nada de au-dessus de la mêlée, no, como sería esperable del escudero de un caballero español (aunque ha hecho una espantada), sino bien por debajo de barullo y dando buenas patadas traperas. Tiene el ministro mal perder. El la rabia de la Tomasa por lo de ayer, el tancredismo de Rajoy no puede haber gustado a los suyos.
No sabe Margallo, como dicen los británcos, que el rugby es un deporte de bellacos jugado por gentlemen, a diferencia del fútbol, que sería un deporte de caballeros jugado por gañanes.
Margallo se ve que juega al rugby (la alta diplomacia) como si jugara al fútbol (la política hispana de golpes bajos), y entonces le sale esto. Un golpe bajo, que desacredita a quien lo lanza. En Europa ven a Rajoy como un ex Presidente que no hablaba idiomas.