Mientras tanto en Roma, perdón, en Madrid: se despide a Artur Mas, BOE mediante escamoteándosele el formulismo "agracedeciendo los servicios prestados". En efecto, aunque sea sólo en un plan simbólico, como ayer la no recepción de la Presidenta de un Parlamente irredento por parte del Jefe del Estado, parece que se está empezando a tomar nota de la tormenta que se avecina.
Forcadell lamenta lo ocurrido porque era una "excelente oportunidad para explicarle al rey la situación". A la vecina Forcadell le toca pues atormentarse.