El habitualmente agudo Santiago González pone en su blog en solfa a las jóvenes magistradas de Palma, al juez Castro (patrocinador del concepto jurídico "Hacienda somos todos", afeándole que declarase a un diario que habría o hubiera o hubiese aceptado ir en las listas de Podemos, como si no tuviera derecho a ello, y que use el subjuntivo con un valor de condicional, algo admitido por la RAE), a Manos Limpias y a todo el que se alegre de que la Justicia sea la misma para todos en España desde hace unos días.
Resulta que la doctrina Botín (ya en sí una anomalía, un texto con todo su contexto) no se aplicará a la infanta, sino que se aplicará la doctrina Atutxa, igual de benemérita, pues, entre otros detalles, no se dan las mismas circunstancias procedimentales para la infanta que para el señor Botín: en el caso de Palma, el Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado pedían que se aplicara dicha doctrina botinesca sólo a la infanta, pero no a la mujer de Diego Torres u otros imputados, igualmente supuestos "cooperadores necesarios". Léase, señor González, las 85 páginas del auto antes de distribuir palmas y laureles y reglazos en los dedos y de hacer insinuaciones malévolas sin elementos reales y fehacientes más que el uso del subjuntivo o las afinidades ideológicas de un juez o la oscuras motivaciones de una acusación particular...
Si discrepa del auto, cosa legítima, hágalo pero con argumentos jurídicos y si no, calle, como aconsejaba Heidegger.
Que Manos Limpias no se haya activado en otros casos baleáricos es absolutamente irrelevante, así como la motivación última que la haya movido a personarse en la causa. ¿Qué insinúa, señor González? Deje de insinuar, y diga lo que quiere decir, si es que quiere decir algo. ¿Cree que alguien ha pagado o presionado a ML para que actúe? Diga lo que insinúa, por favor. No tire la piedra y esconda la pluma.
Que detrás de este mal llamado sindicato pululen, como es fama, ex falangistas y afines (que es el subtexto de González) es absolutamente irrelevante. Meras insinuaciones malévolas.
Justamente, lo triste de todo es triste asunto sea probablemente que el interés común en España lo haya tenido que defender un colectivo como el de Manos Limpias... porque el Estado ha tenido una actitud de complicidad necesaria con la hoy definitivamente imputada o investigada infanta. Si al final de todo (TS incluido, no nos lo saltaremos...) es condenada la infanta, resultará que el Estado habrá estado intentando evitarlo hasta el final. Eso es lo preocupante, señor González. Que el Estado luche por evitar que se juzgue y se pueda condenar en Derecho a la gente cuando hay un humus de que han pasado cosas irregulares, y que lo haga por ser la infanta quien es, y no por no ser lo que no es; y no por lo que haya hecho o dejado de hacer.
Eso es lo inquietante: que la fiscalía no se comporte como defensor del bien común; diré más: que la fiscalía en España no sea orgánicamente una institución independiente del Ejecutivo; eso es lo que debería hacernos plantear muchas cosas, y propugnar reformas para que las cosas cambien.
Eso es lo grave, no que se impute a la infanta gracias a Manos Limpias o que la Sala de la Audiencia Provincial sea joven (¿qué más da la edad de las magistradas?), pues la Sala ha tomado la decisión por unanimidad, y es "sólida, muy argumentada jurídicamente", en palabras del propio fiscal Horrach, que ha visto derrumbadas sus tesis. No ha habido ni un voto particular.
En cuanto a la coña marinera sobre el eslogan "Hacienda somos todos": ¿realmente cree el veterano señor González, con la también joven o menos joven Abogada del Estado Dolores Ripoll, que es un mero eslogan carente de base jurídica?
¿Lo cree de verdad? Eslogan lo es, pero pocos eslóganes hay que contengan verdades tan catedralicias como éste. Ergo, es un excelente eslogan. Y podría perfectamente tronar en lo mas alto de todos los frontispicios de todos los tribunales y juzgados de España. Haría mejor papel que un In God we trust, or God Save the Queen... all others pay cash, por ejemplo, si hubiéramos de dotarnos de lemas patrióticos...
Sí, señor González, "Hacienda somos todos"; y defraudar a Hacienda es defraudar a la gente que paga impuestos, a los que reciben prestaciones, a la gente honrada, que mayoritariamente no delinque, a los sujetos pasivos fiscales y a sus familiares que no lo son todavía por edad o porque están exentos de tributar con arreglo a la ley. Es decir, defraudar a Hacienda es defraudar a todos.
Eso y solo eso, tan elemental, ha dicho el auto de la Sala.
Cuando las verdades más sencillas requieren tanta apoyatura es que la cosas no marchan bien, pero bienvendidos sean los 85 folios de la resolución.
Es defraudar a todos, y a todos los miembros de la UE, si se me apura, pues robar a erario público español incide negativamente, vía el PIB, en la aportación español directa (recursos propios se llama a "eso") a las arcas comunitarias; señor González; dígale, si se atreve, a un ciudadano francés o portugués a los ojos que lo que supuestamente robó la infanta española no le afecta a él, ciudadanos francés o portugués, en nada... A ver qué le contesta.
Según usted, Hacienda no somos todos y a la infanta merecía la doctrina Botín, porque ella es o debería ser como todos (como Botín, concretamente), pero no es como el resto de los imputados. Ay la granja de los animalitos de Orwell....
Señor Santiago González: ha tenido usted columnas más afortunadas.
Yo no insinúo sino que digo que si el TS hubiera sido el que conociera de este asunto, me temo que el destino procesal de la infanta habría, hubiera o hubiese sido probablemente muy distinto, y así me lo ha confirmado por curriel alguien más allá de toda sospecha: nuestro común amigo F. S. W.