No es en absoluto todo cierto, hay naufragios peores, como ver ratas en edad aún de merecer huyendo por tirante del barco que se hunde.
Produce entre lástima e hilaridad, una mezcla explosiva donde las haya, asistir al hundimiento del que fue el buque insignia del regeneracionismo en España en la última década, naufragado por méritos propios, por su sectarismo, estalinismo, personalismo, enrocamiento y cerrazón mental, rayanos en el paroxismo, más propio de los piratas autosaboteadores de Astérix que de gente cabal.
Pronto UPyD será un pecio de hemeroteca.
Y por mucho que todo un Fernando Savater siguiera hasta hace nada empeñado en defender que el proyecto es válido (sin duda las ideas que le dieron su soplo vital sí lo son), sus hacedores han demostrado con creces que ya no lo son. Han tirado casi un millón de votos al tacho, y muchas ilusiones más.
Pronto UPyD será un pecio de hemeroteca.
Y por mucho que todo un Fernando Savater siguiera hasta hace nada empeñado en defender que el proyecto es válido (sin duda las ideas que le dieron su soplo vital sí lo son), sus hacedores han demostrado con creces que ya no lo son. Han tirado casi un millón de votos al tacho, y muchas ilusiones más.
Si dejan de hacer vudú, que es la única actividad que aún despliegan, según parece, le harían un gran favor a la colectividad, que era de lo que se trataba.