Empieza la campaña propiamente dicha: de momento no se nota nada conspicuamente diferente a lo que ocurrió ayer o anteayer.
Es como si los partidos estuvieran digiriendo, rumiando los resultados de la macroencuesta del CIS, que se basa en unas 18 000 entrevistas y se considera la más fiable de la plaza. (Arroja un 41% de indecisos, la madre del cordero). En 2011, la misma encuesta del CIS acertó en 38 de las 52 provincias, notable alto. Ahora, el surgimiento de dos nuevos partidos llamados "emergentes" (ya me ocuparé del vocablo en breve), es decir, con opciones de fortísima presencia (los llamaré en lo sucesivo outsiders) pone en un brete la fiabilidad de toda encuesta, sobre todo en lo tocante al reparto de escaños, por la distribución de los restos de la ley D'Hont y los cocientes residuales. De momento el partido ganador es el PI: el Partido Indeciso.
El CIS falló clamorosamente en las últimas elecciones municipales y autonómicas; y las penúltimas (europeas).
Lo único que hay claro conforme a este CIS del día 3 es que PP y PSOE tienen sendos suelos electorales, búnkeres electorales que vota siempre al partido propio por aquello de "serán unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta".
Ahora bien, la fecha tope de la encuesta era el 15 de noviembre, es decir que han pasado muchas cosas en las últimas tres semanas que no han impregnado el sondeo.
No deja de sorprender que en la época del Big Data (datos agregados y clasificados), el margen de error de la demoscopia electoral serias sea tan grande. En su día, los arúspices de dichas encuestas, los Alfonso Guerra, José Blanco, Arriola et al. sabían leer muy bien sus entrañas, o, al menos de ello se jactaban.
El fin de semana será de velar armas con vistas al primer debate oficial de campaña en este llamado "bipartidismo a cuatro" (lo llama así, y la expresión está llamada a hacer fortuna, la coalición de izquierdas nacionalistas galegas: NOS).
Otra novedad es que en el PP han decidido que su marca se venda bicefálicamente bajo forma de ticket a la americana: Rajoy va acompañado en toda la iconografía de Soraya Sáenz. Presidente y Vicepresidenta en tándem, tanto monta monta tanto. Es una buena táctica, que se verá reforzada el lunes, al ser Saénz la vocera del PP ante los tres aspirantes al título de los pesos pesados: Sánchez, Rivera e Iglesias, por orden de peso. Y del combate saldrá probablemente fortalecida: uno, por el mero hecho antropológico de ser mujer; y dos, por su superioridad manifiesta en C.I. (otra cosa es que un elevado C.I. sirva para gobernar mejor).
El diario El Mundo pone en la portada del sábado una foto en ByN de Soraya Sáenz con los ojos voluntariamente cerrados (living is easy with eyes closed, decían los Beatles; en su caso, ella no duerme, es claramente un day-dreaming, una ensoñación: "seré presidenta, si no esta vez, la siguiente..."): formato vertical, foto de grandes dimensiones pretensiones artísticas: algo insólito en la prensa española, lo que confirma la primacía de lo visual sobre lo lingüístico de estos últimos tiempos en El Mundo, tras su relook de la web, que sigue la misma pauta: mucho "aire" entre las noticias, mucha foto y las letras en XXL, como si su lectorado se hubiese vuelo miope de repente. Y, lo peor, mucho contenido que no es noticia sino paranoticia o directamente prensa pípol. El reportaje de Xaime Méndez anunciando el nuevo enfoque de EM merecerá comentario aparte. Es un compendio de media newspeak for dummies, pero muy ilustrativo de lo que se avecina en el paisaje mediático.
El PP ha empezado la campaña en Segovia, Adolfo Suárez Illana de telonero. Visita a la tumba de Adolfo Suárez Padre, como si Segovia fuese la Colombey-les-Deux-Églises de De Gaulle. Luego, pasacalle por la calle mayor y fotos populistas con sendos síndromes de Down. En toda campaña que se precie, uno está a dos fotogramas de un discapacitado, como en Internet uno está a dos click de un gatito. Merecerá entrada propia. Y adelanto que siento un gran respeto por los discapacitados, pero no por quienes los utilizan.
El PSOE se estrena en Barcelona, donde corre el riesgo de perder gran parte de sus votos según las encuestas. Simbólica la elección, pues Cataluña es el principal problema que tiene planteado el Estado. Sánchez da su mítin sobre un fondo con logos del "Banco Sabadell": no es inocente ni casual: estos días se ha rumoreado sobre la posibilidad de que este Banco Sabadell y otro gigante, Caixabank, trasladen sus sedes centrales a Pamplona y Palma, respectivamente si prosigue el proceso de desconexión de Cataluña. Asociar el logo P.S. al logo Banco Sabadell va por ahí: "si votas socialista el logo del Sabadell seguirá a mis espaldas, en el mismo sitio donde está ahora".
Sánchez pide "solo 1 voto más que el PP". Uno solo. Está claro que quiere colocarse como el único auténtico aspirante challenger (como cuando en tiempos había dos federaciones de boxeo y ambas clamaban por ser la única verdadera) aspirante a suceder a Rajoy, no quiere saber nada de momento del "bipartidismo a 4", del que se volverá a hablar en este blog de campo no pocas veces, creo.
ABC de momento ya ha "logotifipicado" el fenómeno para su sección de campaña con un cuatricolor sobre electoral: los cuatros colores son los de los cuatro partidos "que cuentan".
Tengo que comprobar si es cosa del calibraje de mi pantalla, pero me parece que el "rojo pantone" del PSOE vira a granate ?¿. [Comprobado, vira a granate]
Por lo visto, gran revuelo con los botines del 46 de Pedro Sánchez. Un 46. Un hombre alto de pies grandes. El hombre joven y grandote habla de pactar con C's y Podemos para evacuar al PP. Luego hay quien se sorprende que el Cuarto Poder fomente este tipo de especulación, si es el propio líder de la oposición es el primero en llamar a rebato frente al enemigo común, el PP. Contradicción flagrante con presentarse como único aspirante al título de los pesados; a los candidatos "emergentes" los consideraba comparsa antes, pero ahora son potenciales socios de un eventual tridente.
Barajar a estas alturas un tripartito anti PP, il faut le faire. Y dejar de lado a IU y a UPyD demuestra que en efecto esto es un "bipartidismo a cuatro". La margarita de EM no se equivoca, al menos semióticamente.
Mucho en la campaña versará sobre especulaciones sobre pactos postelectorales: es un poco absurdo, pues los pactos deberían ser en función de los resultados y no al revés. Pero una manera de omitir el fondo de la cuestión es hablar no del hoy, ni siquiera del mañana, vale decir el 20-D, sino del pasado mañana. Hablar de pactos postelectorales es querer incidir en el voto de los indecisos: vide: "sabed que votando a tal o cual estáis en realidad poniendo a Moncloa a tal o cual...".
C's: arranque de perfil bajo: lemas anodinos y esperables apelando a la "ilusión", al "cambio", a la "novedad", a la "renovación": puro "centrocampismo", ningún agresividad ni ganas (todavía) de ganar el partido. Suena a perfil bajo y a calentar motores hasta el debate del lunes. Ir de menos a más.
Podemos: lo mismo, vuelo gallináceo. Tal vez por los problemas de imagen a cuenta de una de sus candidatas estrella: la juez Rosell investigada por la fiscalía por supuesta prevaricación en un caso de trato de favor al presidente del club de fútbol U.D. Las Palmas, socio de su marido. Seguramente se le dará la vuelta a la tortilla y la investigación se transmutará en despiadada campaña de acoso del establisment a los podemi(s)tas.
Ecos de precampaña:
La asistencia de Rajoy al programa pípol de Bertín Osborne y su gran frase-titular, me temo que involuntario: "Ser presidente es la pera". Remacha el clavo diciendo que no piensa dejarles más patrimonio a sus hijos que... "eso". (Mero populismo: es evidente que intentará dejarles algún patrimonio, no parece razonable pensar que se lo pateará todo y no dejará ni cinco a sus retoños. Cabe esperar eso de una persona cabal.). El escritor Arcadi Espada hace sangre del asunto en una de sus entradas doblemente diarísticas (por y para el periódico y como entrada de su diario personal). Espada es de los pocos (por no decir el único) opinador de periódico que incorpora elementos de etnografía en sus textos. Su escritura "petrolífera" sería a su vez "descripción densa", por capas y a lo hondo; y sigue la máxima stendhaliana de "muestre no declare".
También ostenta el record de más de 150 comentarios con un artículo en EM y casi 19 mil "enviados" (hasta el punto de que el artículo hubo de ser sutilmente camuflado en las tripas de la web del diario). El artículo en cuestión versaba sobre la llamada "violencia de género", en un país en el que una de las principales fiscales del ramo sostiene que solo el 0, 06% de las denuncias de malos tratos son falsas, pero que la memoria del CGPJ dice que el en segundo trimestre de 2015 (datos más recientes, ver el PDF asociado al enlace del CGPJ), el 91% de los asuntos incoados por lo penal no son admitidos a trámite; y el 9% que sí lo son, arroja un saldo casi mitad-mitad de sentencias condenatorias y absolutorias. De cien denuncias, menos de 6 acaban en condena al que supuestamente agrede. Algo no encaja. De 100 denuncias, menos de 6 acaban en sentencia condenatoria para el agresor.
Raro será que el asunto de la violencia de los hombres sobre las mujeres no entre en campaña.
Buenas noches, electores.