Como es el ecuador de la campaña, y a pesar de que me había propuesto no ilustrar este blog de campo, y esmerarme solo en el contenido y no en el continente, hago una excepción y subo esta foto que he hecho esta mañana con el móvil por la calle, cuando he salido a comprar el único periódico en papel español que llega a este lugar del extranjero (
El País). Me ha llamado la atención la visión de un paraguas ahogándose en un charco. Si la novela, según la frase célebre de Stendhal, debía ser como un espejo que se pasea a lo largo del camino, he pensado que, mucho más modestamente, este blog de campo era un poco como el paraguas de la foto, y la campaña, el charco en el que este está caído:
Esto es: un vano intento de protegerse de la campaña, reflejándola en sus lineamientos etnográficos, que serían los reflejos de los árboles y del propio paraguas en el agua estancada que se ven en la fotografía; sin embargo, ahora me doy cuenta: era inevitable acabar en un charco.
