Rajoy usa el castellano en la enseñanza en Cataluña como amenaza a los indepes que no se ponen de acuerdo en parir un presidente inimpugnable y para "sorpasar" a Cs, que sigue en su modelo trilingüe, brindis al sol que no contempla la vía del español vehicular sino un 33% par cada idioma.
Una manera de marear la perdiz y dejar que el PP pague el precio de tocar lo intocable en Cataluña: la inmersión, que es más ideológica que lingüísica, y que los altos tribunales no se atreven a anular.
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