Las cifras muestran cosas.
Los tres primeros partidos de España, PP, PSOE e Unidos Podemos han quedado el séptimo, el cuarto y el quinto respectivamente en Cataluña.
Si en las cortes representan estos tres el 85% de los escaños, en la Ciudadela, nunca mejor dicho, son sólo el 21% de los escaños.
Si nos fijamos en los partidos constitucionalistas (Unidos Podemos no lo es, impugna la CE, y Podem impugnado el 155 ante el Supremo), PP, PSOE y C's, representan en el Congreso el 75% de los escaños. En la Ciudalela, el 42%.
En estos dramáticos desfases está la clave de lo que ocurre en "la province catalane" como aún la llana la prensa francesa.
Si las esquerra-convergència hubiera ido en lista única, como en 2015, es decir como la "llista de Govern" que se formará en unos días, habría obtenido el mismo número de votos aproximadamente, el mismo o más número de escaños, y además habría arrebatado la victoria simbólica a Arrimadas, que de tan simbólica que es no le permite ir a una investidura por el pavor a contar solo con 36 votos y 4 abstenciones, de los 135 votos emitidos. El respingo naranja hay que leerlo en clave estatal, no autonómica. tocan las campana para el PP, y al PSOE no le llega la camisa al cuerpo. Iglesias también se hace cruces.
Rivera podrá elegir socio de gobierno para ocupar la Moncloa en un par o tres de años.
El indepentismo ha ganado en escaños y votos frente al 155 (le saca 13 escaños, 70 vs 57 y cien mil votos) y está encantado con estos resultado y un Rajoy Sorayesco, descabezador... descabezado. Sigue subiendo inexorable, cien mil votos más que en 2015.
Pero la esquerra-convergència ha ganado todavía más y aún más encantada está: no depende de la CUP para nada: con 66 escaños podría ser investida, governar, resistir mociones de censura y lo haga falta.
De estas elecciones han salido unos panes como 155 ostias en la province catalane.
Y así lo ha visto la prensa extranjera de todas las tendencias.
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