Brunet, el agente-nuncio de influencia, advierte sobre la división vía votos particulares en el TC sobre las posibles inhabilitaciones a Puigdemont y demás.
El TC demuestra cada vez que quiere sacudirse el muerto que es un órgano que está politizado.
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Mañana podría Puigdemont convocar unas inopinadas autonómicas para tener así un 1-0 con censo, urnas y colegios expeditos, e intentar colar de rondó el referéndum en urna o papeletas particulares.
El problema de unos votos particulares en el TC y otros en las urnas autonómicas es que, en el primer caso, el Estado se mostraría casi tan dividido como los está su clase política y... constitucional (Gómez Llorente y Herrero de Miñón); en el segundo, que la participación superaría seguro el 50% y entonces las fuerza de los hechos consumados se podría volver imparable.
Por ello Pedro J. Ramírez recuerda películas de infancia y mocedad.
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À suivre.