Pocas veces La Vanguardia se ha mostrado tan crítica con el secesionismo como hoy.
Aquí.
Algo debe de estar pasando en la cofradía del Senyor Esteve.
La sedición se está haciendo oralmente, poniendo buen cuidado en no promulgar ley alguna ni firmar ningún decreto, jugando a favor del tiempo, con la esperanza puesta en que Rajoy o la fiscalía sobrerreaccionen y la líen parda con inhabilitaciones o suspensiones varias.
Esta vía de tradición/traición oral (falsamente astuta) está poniendo nerviosos a propios y extraños.
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Cómo estará la cosa que los tres ex presidentes (que no se tragan a tres bandas) han hablado con una sola voz sobre el caso catalán (y los 40 años de trásinto democrático).
Aquí.
