Y el editorial de anteayer, día nacional de Irlanda, en el The Irish Times de Dublín.
Aquí.
Mi tradu exprés:
"Referéndum en Cataluña: funambulismo hacia una crisis
Mariano Rajoy parece tan resuelto a no cambiar nada que puede encontrarse con grandes cambios más pronto que tarde
Los conservadores sabios a menudo citan El Gatopardo, la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en la que un importante personaje aristocrático comenta que a veces es aconsejable cambiarlo todo para que todo siga igual.
Esta sabiduría no parece haber alcanzado al Gobierno de Partido Popular (PP) de España, liderado desde 2011 por Mariano Rajoy. Éste parece tan determinado a no cambiar nada en absoluto que muy pronto puede encontrarse con grandes cambios.
Rajoy sobrevivió a una moción de censura la semana pasada en la que el partido Podemos, de extrema izquierda, lo fustigó por los escándalos de corrupción en los que tantos destacados miembros del PP están inmersos. Pero desde entonces el Partido Socialista (PSOE) ha dado un giro brusco a la izquierda, creando expectativas de que el PP podría verse expulsado del poder por una radicalizada coalición PSOE-Podemos en las próximas elecciones.
Mientras tanto, el Gobierno autónomo de Cataluña ha fijado una fecha de octubre para un referéndum que ofrece a sus ciudadanos la opción de una república independiente. Esto es un duro recordatorio de que España está caminando, sonámbula, hacia una crisis existencial que nadie podría haber imaginado hace 10 años.
El referéndum se convoca en contra de una sentencia judicial que dictaminó que una "consulta" similar hace tres años fue no sólo ilegal sino inconstitucional. Sin embargo, la propuesta de repetir la consulta concita, sin lugar a dudas, un amplio apoyo en esta región próspera, sofisticada y profundamente pro-europea que es Cataluña.
No está claro que la mayoría de los catalanes quieran la independencia, pero cada vez está más claro que la mayoría de ellos quieren poder votar sobre ello. Sin embargo, ésta es una opción que Rajoy repetidamente se niega siquiera a considerar. La paradoja, potencialmente trágica, es que el hecho de que el PP no acepte cambiar la Constitución española para incluir un derecho a la autodeterminación sólo parece hacer más atractiva la opción de la independencia para los nacionalistas catalanes.
No es demasiado tarde para que los conservadores españoles aprendan algo de sus homólogos británicos.
Como demuestra el caso de Escocia, cooperar con los movimientos independentistas puede ser mucho más positivo que, simplemente, bloquearlos".