Álvarez de Toledo sobre la crónica de un referéndum anunciado y unos payasos trágicos nada cómicos.
Aquí.
En efecto, vamos a ver quién tendrá más vértigo al final.
Todo esto se revolvería con un referéndum de expulsión, el mecanismo del que debería dotarse también la UE.
Y luego, entre ellos, los indepes se sacarían los ojos, que es su deporte favorito.
Y en el entretanto que los contrarios a la secesión espabilen, que ya saben "el pan que dan ahí".